lunes, 3 de marzo de 2008

La Campaña Electoral

Estimados amigos,

Se que sois muchos los que seguís este blog diariamente. Sin embargo, por motivos de trabajo y de campaña electoral no puedo actualizarlo tan asiduamente como me gustaría. Y es que en esta campaña, mi primera campaña electoral, estoy adoleciendo de un cansancio extremo, que apenas me está dejando tiempo libre. Pero hay una cosa de la que no sufro ese cansancio, y es precisamente en hablar con los ciudadanos que se nos acercan en la calle y en los parques (gracias, Libélula), y aquellos a los que les abordamos para darle nuestras 12 propuestas del programa electoral que propone UPyD.

En una sola semana, prácticamente ya puedo detectar quiénes van a recibir la publicidad del partido de buen grado, que, aunque no nos voten, se leerán nuestras propuestas electorales. También está esa "especie" que viene directamente a por la papeleta, y cuando más se acercan las elecciones, más gente cae en este segundo grupo. Evidentemente, como soy la primera persona que lidera el ser crítico con nuestras ideas, solicito que tanto los del primer como los del segundo grupo miren nuestro programa, lo comparen y si encuentran algo mejor...

Pero también he sido el primero en darme cuenta que ningún otro programa electoral puede reflejarme como ciudadano. Creo que esas 12 propuestas son adecuadas, y me permiten tener la tranquilidad de que a partir del 9 de marzo, ese cambio que demandaba mi mente y la sociedad en conjunto se producirá. Y lo hará con mucha fuerza, tanto en Aragón, como en el resto de Comunidades Autónomas.

Sin duda, tengo que ponerle un "pero" a la campaña que estamos haciendo en la calle. Hay mucha gente que directamente nos rechaza la propaganda electoral, y no por hartazgo ni avalancha de información, sino porque ya tienen su voto decidido. Esos "talibanes" que defienden su opción política sin cuestionarse ni una sola línea del programa electoral que propone su opción política, y con el miedo de conocer nuevas opciones políticas, realmente han perdido todo el norte en el ejercicio de razonamiento sano.

Recuerdo en mis años de juventud, y del que aún conservo esa mala manía, de recopilar todos los programas electorales de los partidos políticos, y leérmelos de arriba a abajo, viendo desde un punto de vista tanto objetivo, como subjetivo, lo que ofrecían los programas políticos de cada partido. Posteriomente, y teniendo esas promesas electorales guardadas, hacía el ejercicio de comparar lo que prometían cuatro años atrás, y lo que realmente habían realizado. Y me daba cuenta que votara a quien votara, casi todas las opciones políticas mentían en torno a un 70% como mínimo de su programa electoral: no llevaban a cabo las políticas prometidas, las propuestas ni siquiera eran propuestas en el Parlamento, los líderes cambiaban su discurso político y nos engañaban con grandes titulares. Y realmente, creía que la política y la ciudadanía se habían divorciado irremediablemente... hasta que apareció el proyecto de Unión, Progreso y Democracia.

Finalmente, hay un grupo de ciudadanos a los que tengo especial cariño: son aquellos que se paran a escucharnos o a recibir la propaganda electoral, y que nos confiesan que, o bien, ya han votado, o que su voto lo tienen decidido, pero aun así nos escuchan, porque para ellos es sano conocer la pluralidad del mapa político, y que siempre es bueno saber qué proponen unos y otros, AUN CON EL VOTO YA DECIDIDO. Un gran aplauso para esa gente, que realiza el deber ciudadano de conocer, de razonar, de ver la pluralidad fuera de esos grandes titulares. AUNQUE NO CONFIESEN QUE NO NOS VAN A VOTAR!

Me parece encomiable toda esta labor que estamos disfrutando en la campaña electoral, sin apenas medios, pero del que recibimos el apoyo de muchos ciudadanos, aunque sea moral, de continuar trabajando para defender nuestra opción política desde la pluralidad y centrada en esos ciudadanos. VA POR USTEDES!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Comunicado de la redacción de DisidenciaS ante las elecciones generales del 9 de marzo

4 de marzo de 2008

El próximo 9 de marzo, los españoles están llamados a las urnas para elegir diputados y senadores. Quizás nunca hayamos asistido a una campaña más descarada para consolidar un bipartidismo asfixiante, corolario final de un Régimen nacido en 1978, que sigue necesitando de un “consenso” entre partidos políticos para sostener su “legitimidad” en medio de una democracia-farsa.

Ese Régimen, construido casi con el único fin de mantener viva la institución monárquica, ha precipitado en una progresiva destrucción del Estado, un grave proceso de desnacionalización de España y una creciente miseria moral en todos los órdenes de la vida. España vive una crisis estructural, de un pavoroso vacío de contenido, con las costuras rasgadas por la acción del neofeudalismo separatista y por la sumisión de la clase política y económica a intereses antinacionales extranjeros.

Por todo ello, el único voto que los disidentes del Régimen podemos considerar aceptable es aquél que, partiendo de una posibilidad REAL de incidir en la política nacional, actúe en contra de la tendencia actual de destrucción del Estado y de la Nación.

Ese voto sólo lo encontramos apostando -sin que ello suponga, dadas las abismales diferencias, concesión ideológica alguna- en la Unión para el Progreso y la Democracia (UPyD), nuevo partido dirigido por la exdiputada socialdemócrata Rosa Díez.

Quizás lo fácil hubiera sido promover abstenciones, votos nulos o a grupos más o menos marginales. Sin duda, recibiríamos menos críticas y conservaríamos una pretendida, pero falsa “pureza” contestataria, tan inútil como irresponsable en estos momentos de crisis de España. Pero frente al “partido único” del Régimen, optamos por la posibilidad (y sólo es una posibilidad) de abrir una brecha por la que el aire fresco de la regeneración nacional, sin ataduras reaccionarias, nos abra la oportunidad de poder vislumbrar una esperanza política nueva. Las misma que nos señaló, hace más de setenta años, Ortega y Gasset: “¡Españoles: Reconstruid vuestro Estado!”

El 9 de marzo, animamos a todos nuestros amigos y camaradas a apoyar a una opción que, desde la izquierda, afirma defender la idea de España y la igualdad de todos los ciudadanos de la Nación. Por la esperanza de que algo comience a cambiar, recomendamos el voto a UPyD. Cada uno perdemos muy poco pero se puede ganar mucho.

Consejo de Redacción de DisidenciaS
http://www.disidencias.net/

Anónimo dijo...

¿talibanes? ¿han perdido el uso de la razón?

UPyD, poco a poco, va bajando al mismo nivel que el resto de los partidos. Porque UPyD es eso, otro partido político, ni más ni menos.

Anónimo dijo...

Sí, señor. Por desgracia, hoy en día, si vemos un logo del partido rival, no solo no lo leemos, sino que incluso se actúa de una manera irracional. El otro día una señora, y aunque sea con cariño, le dio dos bolsazos a un compañero que repartía publicidad a la voz de "esa traidora".

Yo he tenido en mis manos (y he leído) publicidad de otros partidos, porque no me hace daño lo que proponen los demás. En ese sentido tengo la mente abierta. Y así muchos de nosotros.

Una cosa sí que es verdad: no dejamos de ser un partido político, con lo que todo ello representa. Ojalá la política no estuviera tan crispada o tan sectarizada, y no para que nos voten a nosotros, sino para que cada uno vote con quien mejor se sienta identificado.

Por desgracia, me reafirmo en mi calificativo, esperando que la sociedad pueda justificar su voto no en base a los grandes titulares, sino en base a su identificación con el programa politico de un partido político, sea cual sea éste, pero tras habérlos leído, claro.

Un saludo.